miércoles, 25 de septiembre de 2013

Suicidio virtual

Dice una nota periodística que cada vez más personas, sobre todo en Estados Unidos y Gran Bretaña cometen suicidio virtual, es decir, se dan de baja de alguna red social. De acuerdo con encuestas, la razón que esgrimen para tal conducta es la seguridad. Se sienten observados, vigilados, vulnerables. Si partimos del hecho de que todo lo que publicaron: estados, fotos , videos, etcétera; lo hicieron público por voluntad propia, imagino a esas personas, más que como paranoicas, como los borrachos que bailaron y medio se desnudaron arriba de una barra en la fiesta de anoche. Al siguiente día les entra el pudor y quieren borrar su vergonzosa exhibición. Como dije, las publicaciones se hacen por voluntad propia. Más que un problema de las redes sociales creo que hay un problema de educación. A muchos no les ha quedado claro qué información es de interés público.
Un aspecto interesante del asunto es que, según estudios psicológicos (no me pregunten quién los hizo, dónde y cuándo; este es un blog, no una tesis); decía, estudios realizados sugieren que las personas que cometen suicidio virtual son extremadamente egocéntricas. Se dedican a hacer pública su imagen, su vida y todo su ego con la creencia de que "todos" los ven. El acto suicida no es más que la culminación de su egoísmo, ya que suponen que la red social es quien los pierde a ellos y no viceversa. En otras palabras, en un acto de absoluto egoísmo privan a la red social de su inigualable presencia. Se han exhibido tanto que ya no les queda nada por mostrar y nos regalan su ausencia.
Otra vez, creo que el problema no son las redes sociales sino la educación de los individuos. Creo que a muchos no les ha quedado claro el concepto de "medio de comunicación".

domingo, 15 de septiembre de 2013

Maestros

Confieso que tengo empatía por todo aquel ser humano que se moviliza. Sean huelgas, marchas, plantones y hasta inmolaciones tienen mi apoyo. No es porque me guste el caos (que sí me gusta) pero es que me parece inconcebible que alguien deje la comodidad de su casa y su vida cotidiana para salir a protestar a la calle si no le asiste por lo menos un poco de razón. Sin embargo, he tratado de mantener objetividad frente al movimiento magisterial por la simple razón de que no creo que en este mundo haya un maestro honesto, un médico honesto o un abogado honesto. Pese a ello les daré el beneficio de la duda.
Si entiendo bien el pleito, en pocas palabras, los maestros no quieren que su trabajo esté condicionado a una evaluación que en el mejor de los casos los mandará a capacitación y en el peor los dejará desempleados.
Las reglas de el juego pueden consultarlas aquí: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5313843&fecha=11/09/2013

Voy a dar mi opinión de lector. Si yo fuera maestro por supuesto que estaría de acuerdo en que existiera un examen que en caso de resolver mejor que otros aspirantes aumentara mi sueldo, mi puesto o mi estatus. Cuando uno no tiene padrinos, palancas, becas, ni perro que le ladre, un examen así es oro molido. Demasiado bueno para ser verdad, pensé. Debe de haber algo perverso, y lo hay, y mucho.

El diablo está en el INEE (Instituto Nacional de Evaluación Educativa). ¿Por qué un organismo con tanto poder sería incorruptible? Estamos en México, vean en lo que ha acabado el IFE. El SNTE (sin contar a la CNTE) tiene un millón de agremiados. ¿Han pensado en las legiones de maestros de maestros (sí, maestros de maestros) capacitados y además incorruptibles que se necesitan para tutorar y evaluar a ese millón de docentes? ¿De dónde los van a sacar? Repito: estamos en México.

Han creado un ente de corrupción ilimitada.