sábado, 28 de diciembre de 2013

Reformas Estructurales

Fue en el (des) gobierno de Vicente Fox cuando yo escuché por primera vez el término "reformas estructurales". Dicen los que saben que viene de más atrás. No importa quién fue el autor de esa "teoría" sino sus efectos.Yo se lo escuché a él al mismo tiempo que se quejaba de que el Congreso no le aprobaba esos cambios. Desde entonces se ha difundido la idea de que hay muchas áreas del país que no funcionan y requieren "reformas estructurales" para funcionar.
Creo que todos los mexicanos seriamos capaces de hacer una lista de las 10 cosas que en este país no funcionan como debieran. Nadie puede negar que hay problemas. Sin embargo no creo que coincidamos exactamente en cuáles son esas "cosas" que no funcionan. Lo que para algunos es una terrible injusticia para otros es su forma de vida.
Hagamos un ejercicio:
El sistema de seguridad pública no funciona. Creo que todos estamos de acuerdo en eso. La cantidad de homicidios diarios lo demuestra.
El sistema educativo no funciona. Creo que eso sería más difícil de probar. ¿Realmente tenemos un problema de educación? ¿Cuál es la prueba de que lo hay?
Supongamos que el problema educativo es tan evidente como el problema de seguridad; no es cierto pero supongámoslo para avanzar en este razonamiento. ¿Qué sigue? Buscar soluciones. No hay de otra, se requieren  reformas estructurales.
Hoy tenemos una reforma educativa y no una reforma de seguridad pública. En otras palabras, el gobierno no tiene solución para un problema real pero sí para un problema que puede o no existir. Y su solución a ese problema (ficticio) es tan contundente que se atreve a imponerla contra la voluntad de miles.



lunes, 23 de diciembre de 2013

Vergüenza

Guardé silencio deliberadamente para no perder detalle de lo que iba a suceder. Debo reconocer que fue más vergonzoso de lo que me esperaba. La aprobación de la reforma energética y las que la antecedieron fue un atascadero. Si al menos todo hubiera pasado entre la cámara de diputados y la cámara de senadores habría sido un poco comprensible: "claro, otra vez los de la capital hacen lo que quieren con los destinos del país". Pero no, 24 congresos estatales se sumaron ¡y de qué forma! Este país está enlodado. 
He sentido, sin embargo, en las últimas semanas, en muchos mexicanos un sentimiento de impotencia. "Sí veo lo que está pasando pero no puedo hacer nada" parecen decir. Y es que cuando Andrés Manuel López Obrador, que aparecía como el principal opositor al atraco que estaba fraguandose, anunció sus medidas de lucha para detener la reforma energética fue lamentable darse cuenta que ninguna de ellas servia realmente en un plano político o jurídico o cualquier otro que se les antoje pero que tuviera incidencia efectiva en la realidad. Todo era simbólico. Hasta lo de su infarto acabó por ser un gesto melodramático. Cuauhtémoc Cárdenas se aferra a una consulta popular revocatoria en 2015. ¿De qué manera si el sistema electoral acaba de ser desmantelado? El PRD es el partido más farsante del sistema que gobierna México. Los "chuchos" fueron los que abrieron la caja de Pandora y ahora fingen que no sabían lo que son el PRI y el PAN. La actuación de los políticos de izquierda en la aprobación de la reforma fue simplemente testimonial. 
Por lo pronto una oligarquía sin moral gobierna México y no tiene oposición.